La Incongruencia del Ser

La congruencia del ser, de uno mismo, se logra al coincidir tres elementos: pensamiento, expresión y  actuar (comportamiento).

Cuando los tres elementos convergen podemos decir que somos congruentes y al lograrla sentimos paz y armonía interior.

Parece difícil lograr dichas coincidencias, predominando las incongruencias.

Por ejemplo:

Inés está a favor de la igualdad femenina (pensamiento o creencia) como reportera constantemente escribe sobre  historias que reflejen la lucha por dicha igualdad (expresión escrita)  pero tanto en casa como en su trabajo trata despectivamente a otras mujeres que considera de más bajo rango (actuar).

Su pensar, expresar y actuar no coinciden, existiendo incongruencia en uno de los puntos, el actuar, El actuar no solamente incluye el actuar público (cuando otros nos ven) sino también el privado (cuando nadie nos observa).

La incongruencia causa confusión y surge la duda ¿realmente cree en dicha igualdad?

La incongruencia no es exclusiva del género femenino

Ejemplo: Jaime critica a los policías corruptos (expresión) considera que la corrupción es uno de los peores males del mexicano (pensamiento o creencia) y, sin embargo cuando es detenido por algún policía ofrece de inmediato una mordida.

¿En realidad, está en contra de la corrupción si el mismo la fomenta?

Efectos de las incongruencias del ser

Al decir algo y luego contradecirlo o desdecirlo con el actuar causa una confusión en los demás. Pudiendo dar la impresión de hipocresía, falta de carácter, volubilidad, carencia de posición ante la vida…

¿Por qué somos incongruentes?

  • Podría ser que desconocemos que pensamos.
  • Estamos acostumbrados a quedar bien ante los demás.
  • Decimos aquello que otros desean escuchar aunque implique no escucharnos.
  • Por conveniencia.

¿Cómo logramos la congruencia?

La ideas de quién somos, la imagen proyectada, la forma de querer  estar en el mundo, los valores sustentados, todas ellas comienzan en nuestro pensamiento; de ahí  parten a nuestro actuar y decir.
Por ello:

  1. Analiza tus ideas, pensamientos, sentimientos con respecto a algo o alguien. Por ejemplo; Creo que el dinero no conlleva a la felicidad absoluta.
  2. Concientiza cómo transmites ese pensar  en tu decir. Por ejemplo: Comentas con tus hijos la importancia de los valores no ligados al dinero.
  3. Percátate que tu actuar sea congruente con tu pensar. Por ejemplo: Tu esposo te regala en vuestro aniversario unas flores, le agradeces y piensas que el significado de dichas flores es suficiente prueba de amor (desligas al dinero del afecto).

El ser congruentes en pensamiento, expresión y acción nos da autenticidad, claridad y credibilidad ante nosotros y ante los demás.

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